Así fue el encuentro del 7 de marzo

Ha pasado algo más de una semana desde que tuviera lugar la charla que organizó la AEC en la librería Jaimes de Barcelona. Echando la vista atrás, y por motivos indeseables, parece que aquello sucedió en otra época. Por tanto, antes de pasar a la crónica de aquel acto, os queremos mandar ánimos y paciencia en estos momentos de cuarentena, donde la soledad se da la mano muy de cerca con la solidaridad.

Tal y como se anunció, a las 12h dio comienzo el encuentro alrededor de «Correspondencias amistosas camusianas: Cartas a un amigo alemán y Albert Camus. Correspondencia con sus amigos Bénisti«. Al acto acudieron los invitados anunciados (a excepción de Xavier Antich, que excusó su ausencia y que fue sustituido por la presidenta de la AEC, Hélène Rufat), así como la Junta Directiva de la AEC (excepto Marina Mulet, responsable de la Tesorería, por motivos de salud) y un concurrido público, que no sólo dio muestras de su interés por la vida y obra de Albert Camus, sino también lo dio de sus conocimientos.

Tras la pertinente presentación por parte de Montse Porta, de la librería Jaimes, y de Hélène Rufat y Alberto Herrera, Presidenta y Secretario de la AEC respectivamente, Jean Pierre Bénisti y Guy Basset tomaron la palabra para comentar la correspondencia recientemente publicada en Francia entre Albert Camus y los Bénisti. Louis Bénisti resulta clave a la hora de conocer la etapa de formación de Camus, el contexto argelino y las inquietudes que perduraron, algunas, y evolucionaron, otras (inquietudes que iban de los sucesos más íntimos a los colectivos). Jean Pierre Bénisti, hijo de Louis y coeditor de esta correspondencia, hizo hincapié, entre otras cosas, en la relación de su padre con España: por ejemplo, estudió en una Academia de Artes dirigida por el refugiado catalán Alfred Figueras; más tarde, antes del estallido de la Guerra Civil española, residió en Madrid, en la Casa Velázquez, con una beca de estudios; y, por último, en los 60, visitó Barcelona y alguna otra región catalana. Por su parte, Guy Basset destacó cierta particularidad en esta correspondencia, donde puede comprobarse la actitud de Camus fuera de los focos mediáticos, una actitud cargada de fidelidad y humildad. Tal cosa se demuestra al leer una carta de Camus dirigida al hermano de Bénisti, Lucien, quien le había pedido que le realizara un prefacio a una de sus obras. Camus desestimó este encargo ya que no le parecía idóneo que él, un escritor sin reconocimiento, un don nadie, pudiera atraer a ningún lector con sus valoraciones sobre la obra, que, por otro lado, le parecía una buena obra. Si consideramos la trayectoria de Camus, este hecho podría parecer de una falsa humildad insultante; sin embargo, esta carta es de poco después de que apareciera en Gallimard L’Étranger. Ninguna otra obra de Camus había sido publicada en Francia aún. Efectivamente, en ese momento, Camus no era nadie, y ni siquiera sospechaba que su novela fuese a llegar a las cotas que llegó. Ni esa novela ni el resto de obras que vendrían a continuación.

Acto seguido, Hélène Rufat y Míriam Cano, poeta y traductora al catalán de Cartas a un amigo alemán, nos hablaron de este libro de Camus. De toda esta parte, cabrían destacar las reflexiones alrededor del narrador en esta obra, un narrador, entre la ficción y el ensayo, que entabla un diálogo con una persona innombrada a la que nunca leemos, sino que es el narrador quien le da figura. Se trata, desde este punto de vista, de un antecedente claro del estilo narrativo de La caída. Por otra parte, Míriam Cano compartió varias experiencias que transcurrieron en su proceso de traducción, un proceso que, por ejemplo, le llevó a comprobar la actualidad de la visión camusiana o a emocionarse al releer algunos pasajes una vez ya traducidos. Ella y Guy Basset coincidieron en destacar un pasaje de la segunda carta que cuenta un suceso relativo a un camión de fusilados, en el que se ve envuelto un muchacho de dieciséis años y asistimos a un segundo en que un sacerdote «debe decidir si está con los verdugos o con los mártires». Tras esto, el acto se cerró con la intervención de varias personas del público, donde se  abrieron otros temas, como la valoración de la actualidad política europea desde las ideas camusianas. 

Queremos agradecer encarecidamente a los invitados el encuentro que nos brindaron, así como a todo el público por su asistencia (en ciertos casos proveniente de fuera de Barcelona incluso) y su participación, sin olvidar a la Llibreria Jaimes por su disposición, acogida y organización.