El pasado sábado 24 de febrero tuvo lugar la presentación de la AEC. Para ello organizamos una charla en la Llibrería Jaimes de Barcelona. La actualidad nos demandaba tratar la correspondencia entre Albert Camus y María Casares que a finales del año pasado se publicó en Francia con un éxito indiscutible de ventas.
Para la ocasión, la AEC y la Llibrería Jaimes lograron reunir a Alain Verjat (miembro honorífico de la AEC, catedrático de filología francesa por la UB, especialista en literatura francesa y mitocrítica), Joan de Sagarra (crítico teatral y columnista habitual de La Vanguardia, con un reconocimiento y un curriculum extensísimos) y Hélène Rufat (presidenta de la AEC, miembro del Consejo de Administración de la Société des Études Camusiennes y subdirectora del Departamento de Humanidades de la UPF). También estaba anunciada la presencia de María Santos-Sainz (periodista, profesora y autora del libro Albert Camus, periodista), pero desgraciadamente no pudo acudir a la cita por problemas familiares.
La charla comenzó con unas palabras de presentación de Hélène Rufat, que moderó la mesa. A continuación, Alberto Herrera (secretario de la AEC) repasó brevemente la importancia de la correspondencia en la vida de Albert Camus (no es casualidad que sean ya nueve las relaciones epistolares completas suyas, de Camus, que han sido publicadas). Tras esta introducción, Alain Verjat tomó la palabra para que el público descubriera las intimidades vitales y literarias que muestran las cartas entre Camus y Casares. Un Camus azorado a veces, paternalista otras, entre cierta desesperación y un amor juvenil que poco a poco va madurando, que recomienda lecturas a Casares; y, por el otro lado, una María Casares entregada en ocasiones, en ocasiones férrea, con una escritura que se sitúa a la altura de su amante, una María Casares cargada de trabajo, y una Casares polémica (en este aspecto es muy significativa la anécdota que relata a Camus sobre su encuentro con algunos gallegos en Argentina). Por encima de todas estas cuestiones, Alain Verjat encuentra muy interesante haberse encontrado en esta correspondencia con un Camus constantemente enfermo que pasó su vida embarcado en una búsqueda, quizá desgarrada, de definición del amor.
A continuación, Joan de Sagarra salpicó con experiencias personales sus impresiones sobre la correspondencia. Muy jugosos resultaron sus encuentros con María Casares, que sirvieron para perfilar con mayor viveza la imagen de la actriz, una mujer, según Sagarra y Verjat, mucho más de teatro que Camus. Incluso Joan de Sagarra llegó a especular con lo que hubiera perjudicado a Camus el hecho de haber tomado las riendas del teatro Comédie de París. Asimismo, mostró su desacuerdo con Olivier Todd, quien le confió que tras que se publicasen las cartas entre Camus y Casares ya se habría dicho todo de Camus; Joan de Sagarra, sin embargo, cree que eso ya ocurrió con la publicación de El primer hombre. Tras estas intervenciones y el diálogo que se abrió con el público asistente, Hélène Rufat cerró el evento de presentación de la AEC.
Desde la AEC queremos mostrar nuevamente nuestro agradecimiento al público que llenó la sala, a socios y socias (a quienes pudieron asistir y quienes no), a la buena acogida que nos brinda la Librería Jaimes y a los participantes, con particular mención a Joan de Sagarra, que tuvo a bien hablar de esta charla en su columna del día siguiente en La Vanguardia.